El Palacio de la Condesa de Lebrija es una casa-museo como pocas (o muy pocas) veremos en la ciudad. La belleza de sus arcos arabescos, sus adornos de estilo plateresco, su fachada y planta andaluza, y un pavimento espectacular de mosaicos romanos son elementos de valor incalculable y son parte los motivos para ser visitada.
La condesa de Lebrija fue una mujer adelantada a su época. Su amor por el arte le hizo reunir un impresionante patrimonio a lo largo de su vida. Todo lo que caía en sus manos tenía la garantía de ser conservado. Un ejemplo son los mosaicos itálicos de la casa.
En 1901 el palacio pasa a las manos de Regla Manjón, que lo restauró para guardar bajo llave su valiosa colección de antigüedades. Su familia vivió allí hasta 1999, año en el que se abrió al público. Se la considera la casa mejor pavimentada de Europa. Se ve que la pasión por conservar el arte que tenía la duquesa sobrevive a los siglos.
A continuación te mostramos la galería de fotos del evento.
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